Siempre conviene tener una silla suelta: para el invitado sorpresa, para el teletrabajo, como descalzadora en el dormitorio u ocupando cualquier rincón que haya quedado un poco “huérfano”. Nunca sabes. Esta silla holandesa de los 60s de madera de haya, está restaurada y retapizada con tejido de algodón.
Medidas: ancho 48cm, fondo 48cm, altura 80cm y altura del asiento 46cm.
170 €